La planeación educativa se encarga de especificar los fines, objetivos y metas de la educación. Gracias a este tipo de planeación, es posible definir qué hacer y con qué recursos y estrategias, implica la interacción de diversas dimensiones. Por ejemplo, desde el aspecto social, hay que tener en cuenta que la escuela forma parte de una sociedad y, como tal, los cambios que experimente la trascenderán.
De acuerdo a la dimensión técnica, la planeación educativa
debe considerar el uso de la tecnología en la pedagogía, mientras que, en
cuanto a su dimensión política, debe atender a los marcos normativos
existentes.
Es importante señalar que la planeación es una de las
herramientas fundamentales en la organización del trabajo docente, pues permite
establecer los objetivos que se desea alcanzar a la hora de aplicar las
actividades que se han diseñado para el o los educandos. El resultado de una
buena planeación educativa es un desarrollo integral y una eficaz difusión de
los aprendizajes funcionales para que cada niño pueda enfrentarse a su vida
futura.
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